En el mejor centro de medicina estetica de barcelona vas a encontrar los tratamientos más avanzados para combatir los signos de envejecimiento. Los hilos tensores son uno de esos métodos que ofrecen numerosas ventajas a la hora de acabar con la flacidez, que es un signo propio del paso de los años.
Esta técnica se empezó a utilizar en Japón, desde donde se ha exportado a todo el mundo. Es un método muy seguro que se ha probado durante mucho tiempo en sutura cardíaca. Es decir, se trata de un material que no es rechazado por el cuerpo, que no produce alergia, y que es absorbible por el cuerpo humano.
Los diferentes tipos de hilos tensores
Aunque todos se fabrican con un material reabsorbible, se pueden encontrar dos tipos. Los denominados hilos PDO (que se fabrican con polidioxanona) son los que se emplean en la cirugía cardíaca para las suturas, y pueden ser tanto lisos como espiculados (con unas púas de un tamaño microscópico que los envuelven). El otro modelo es el hilo Silhouette Soft (para cuya elaboración se emplea el ácido poliláctico).
Los hilos lisos se utilizan en los casos de flacidez muy leve. Gracias a la bioestimulación se logra su efecto tensor. Sin embargo, no ejercen tracción mecánica. Se emplea una aguja que sirve de guía para su colocación. Por su parte, los hilos espiculados son los que se emplean en pacientes con una flacidez moderada en el rostro. A diferencia de los anteriores, se emplea una cánula de grosor fino para su introducción. Son las espículas las que se ocupan de la sujeción.
La colocación de estos hilos, que puede ser de entre 30 y 50 por sesión, permite que se cree una malla bajo la piel, que se encarga de estimular que el cuerpo cree el colágeno que necesita la piel para mantenerse firme. De ese modo, se logra un efecto rejuvenecedor del rostro desde dentro hacia fuera, consiguiendo muy buenos resultados.
Los hilos Silhouette Soft cuentan con un pequeño cono en el extremo. Gracias a esa terminación se logra una tracción que tira de la piel hacia arriba, ya que se sujeta al tejido. Para su colocación se emplea una aguja, y en función del paciente se elige un número determinado de hilos para utilizar.
Normalmente, el tratamiento puede durar hasta 12 meses, pero el tiempo en el que se absorben los hilos depende del material. Mientras los primeros suelen desaparecer en unos seis meses, los segundos pueden llegar hasta el año. En cualquier caso, los efectos no desaparecen con la reabsorción de los hilos, sino que siguen viéndose durante más tiempo.
Para mejorar el aspecto de tu rostro, esta técnica es una de las más efectivas. Permite conseguir muy buenos resultados siendo poco invasiva. A la hora de someterte a un tratamiento de este tipo, lo más adecuado es acudir al mejor centro de medicina estetica de barcelona. Solo los profesionales con más experiencia te pueden dar una garantía de obtener un buen resultado.
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